miércoles, 1 de junio de 2011

Nosotros VI: 2da parte

Elén completo Acá (hasta el 7mo capitulo)  o Acá (hasta el cuarto capitulo)

(...)(continuación de lo de ayer)
Entonces, Brenda llegó. La sorpresa para todos, fue que mamá se hizo cargo de ella, al menos, los tres primeros años, después, dejo de darle importancia, sobre todo, porque demostró siendo bastante chica, que era realmente independiente. El problema fue que le soltaron la mano. Desarrollo un carácter fuerte, tan fuerte, que nunca la pudieron parar.

Elén, entonces, comenzó a jugar el papel de madre. Tenia nueve años si no me equivoco. Realmente fue un error que fuera ella quien se ocupara, sobre todo porque era chica, pero para el caso era lo mismo que mis hermanos & yo afrontamos con ella. En ese entonces creo que tendríamos más o menos quince, dieciséis & diecisiete años. Estábamos obviamente mucho más preparados para ayudarla, sobre todo teniendo la experiencia que adquirimos con la primer hermana , pero a ninguno nos llamo la idea. Estabamos en plena adolescencia, & ninguno quería hacerse cargo de una nena.
Así pasaron los años & llego el día en que nos dividimos. Ellas dos se fueron a Banfield, yo me fui a Mar del Plata a estudiar, & ellos.. Ellos nosé. Nunca supe. Pablo, tendía más de viente años para esa época, o un poco más.. Sabia que andaba en las drogas, pero no las consumía él. Martin, andaba en cosas un tanto oscuras también, pero sobre él preferí no saber. Nunca nos habíamos llevado bien, & preguntarle, significaba para el que yo ‘queria joderle la vida’.
Así fue, los días corrieron entre las manos, & la suerte de los cinco hermanos fue distinta. Hará tres años, me llego la noticia desde Buenos Aires, que Martin había caído preso, & que a Pablo lo andaban buscando por tráfico de drogas. Trabajaban juntos ellos. A Pablo, nunca lo agarraron, & a Martín lo mataron en la cárcel quienes en algún momento, fueron sus complices, no había respetado lo que prometía, & ese fue su fin. Que obviamente, ya estaba anticipado, & él, lo sabía.

Recapacite al escuchar estas noticias sobre mis hermanos. Entonces, mis viajes a Buenos Aires, se hicieron más frecuentes, hasta que decidí mudarme acá. Mi esposa no quería saber nada, sobre todo porque se auto convencía de que quería venir porque tenia ‘otra’ o algo parecido. La verdad era que cada vez que podía me iba para Banfield a ver a mis hermanas vivir su vida. Las veía pasar, una vez, me choque contra Brenda, pero no me reconoció. Me miro enojada, & siguió caminando.
Pasaron los meses & noté que Brenda estaba embarazada, al principió me horrorice, debía de tener 17 o 18 años, después me moría de ganas por saber como estaba ella, como estaba el bebé, & demás, como habría reaccionado Elén.
Unos meses más tarde, las vi caminar juntas, con un cochecito & un nené hermoso que iba durmiendo ahí. ‘Mi sobrino’ pensé.
Seguí observándolas durante muchos días, para ese tiempo, me había hecho ‘amigo’ de muchos de los del barrio. Por ellos, me entere, que él se llamaba Marco, & más tarde también me dieron la triste noticia, que le nene había muerto de muerte súbita.
Tuve el impulso de ir al velorio, lo velaban en la casa, llegue hasta la puerta, al igual que tantas otras veces, & no me anime a entrar. Me fui una vez más.
Al mes, me encontré a todos los vecinos hablando, como comentando algo. Decían que Brenda se había suicidado. Me quede helado, & las lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos. Salí corriendo, entre al departamento, donde vivia con mi mujer & mi hijo. Al verme así, ninguno entendió nada. Me encerre en el baño, & llore durante horas. Mariana ,trato de convencerme de salir, o al menos que la deje entrar, & le contara que había sucedido.
El nudo que sentía en el pecho, el dolor incontenible, las preguntas abrumadoras, que me planteaban que pude haberlo evitado si no hubiera desaparecido, sentía que no daba más. La deje pasar, & cuando pregunto qué había pasado, llore peor. Me calme muy al rato & ella, ya no sabía que hacer, se sentó pacientemente en el piso.
Decidí empezar por lo primero, por contar lo que nunca le conte, que en realidad yo si tenia hermanos, tenia cuatro hermanos. Le conte mi historia, esa que nunca le había querido contar. Le dije porque empece a venira Buenos Aires, porque me quise mudar para acá. No lo podía creer. Me pidió disculpas por creer que yo tenia una doble vida.
Pasamos horas ahí adentro, nuestro hijo, estaba del otro lado pegando la oreja a la puerta tratando de desimfrar que había pasado. La madrugada nos agarro a los tres desprevenidos. Salimos ella & yo de ahí, & lo vimos a él, que nos miraba desconcertado. Obviamente había escuchado todo .
Los tres nos fuimos directo a dormir. Sin querer cenar, porque teníamos el estomago cargado de preguntas, a intentar dormir, para poder evadir esas dudas, que de a poco a los tres nos torturaban.
Un mes más tarde decidi ir a ver a Elén. Toque el timbre en su casa. Nadie salió a abrir, nada por el estilo. Volví a tocar, pero esta vez, alguien grito con toda la furia desde adentro de la casa:
_NO VOY A ABRIRTE JOAQUÍN.- Me que de un poco sorprendido, pero pensé que lo mejor seria contestarle.
_No soy Joaquín.- Se asomo a la ventana a ver.
_Quién sos?
_Gabriel.
_Qué Gabriel?.
_... Tu hermano..
Puso cara de pánico. Cerro la ventana. No salió a abrirme. Me sente en el cordon de la vereda a esperar que salga. Pasaron quince minutos, no salió. Pasaron treinta minutos. Seguía sin salir. Pasó una hora, & yo seguía ahí esperando que salga. Minutos más tarde llego un chico que no debía de tener más de vientí pico, pero no llegaba a los treita. Venia bien vestido. No era la primera vez que lo veía, de hecho, tenia la gran sospecha de que era el novio de Elén, ya que muchas veces los ví caminando juntos.
El también tocó el timbre, & gritó que si no abria la puerta la tiraba abajo. Elén desesperada, abrió. Me sentí de más en una escena donde nadie me veía. Me levante de donde estaba & me fui sin decir nada. Llegue otra vez a casa, & me fui derecho a buscar que hacer. No tenia ganas de seguir pensando.
Durante todo un mes, todas las tardes me dedique a ir a tocar el timbre a que Elén me abra. Ni una vez salió. Esperaba sentado en el cordon, pero, ella no salía a abrir. Al rato venía Joaquín & tocaba el timbre, & ella enojada gritaba que no iba a atenderlo, antes de que me viera, me iba, & él ocupaba mi lugar.
No me importaba que Elén no saliera, me conformaba con saber que iba a verla. Aunque ella, no me quisiera ni ver.
La última vez que la vi, la vi riéndose. Saliendo de su casa, con una caja en las manos. La guardo en un baúl de un auto, & se subió en el lugar del acompañante. Joaquín iba a manejar. Atras de ellos, había un camión de mudanza. Elén, se estaba yendo. La mire con los ojos cargados de horror, Joaquín estaba a punto de arrancar. Ella me vio. Me sonrió. Estaba feliz. Realmente feliz. Se señalo a si misma, dibujo un corazón con sus manos & me señalo a mi, mientras en sus labios pude leer que decía muda ‘te quiero mucho’ . Tenia los ojos inundados. Joaquin arrancó. Ella se fue. Corrí el auto. Nunca más la volví a ver.

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