jueves, 17 de febrero de 2011

introduccion Historias de otros, "Proyecto literario"

El colegio al que iba había propuesto un proyecto literario, que consistía en contar una historia en el cual solo participaban aquellos que estuvieran en el taller literario.

A mí nunca me gusto escribir, pero por razones que son un poco vergonzosas de reconocer, me inscribí en el taller ese.
Había que escribir como si fuera un libro, una novela, cuentos lo que fuere, & teníamos el plazo de dos años hasta poder terminarlo.
A diferencia de mis compañeros de taller, no estaba muy emocionada, ellos eran uno más creativo que el otro, & en cuanto escucharon la idea, saltaron todos de emoción, & en menos de un segundo, tenían la idea de que iban a hacer, ideas descabelladas, originales, ¡G-E-N-I-A-L-ES!, pero yo no tenía ni idea de que iba a hacer.
Teníamos menos de un mes para presentar a grandes rasgos que íbamos a hacer.
Me tarde más de veinte días en saber que podría hacer, hasta que casi por arte de magia, una compañera mía me dio la idea de escribir un “compilado” de historias.
Cuando presente mi idea en el taller, me gane el odio de muchos, ya que a pesar de ser una idea que no sonara muy genial, fue la única que no se repitió.
Al principio me pareció que iba a ser un fracaso, pero, poco a poco empezó a gustarme. Sobre todo gracias a la primera historia que escribí.
Elén una compañera mía de curso, fue quien me dio la idea, & fue la primera en acceder a contarme su historia. Pero puso un par de condiciones. Ella fue una de las pocas personas que por pedírselo me contaron una historia propia. Después de formas distintas, algunas personas a lo largo de esos dos años, me fueron contando distintas experiencias sin que haya pedido nada. Es curioso, tal vez, las historias siempre encuentran la forma de ser transmitidas a quienes quieren escucharlas, entonces, tal vez esa podría ser la explicación por la cual termine escuchando muchas cosas. Algunas más descabelladas que otras. Pero al fin & al cabo todas historias.
Si bien todos los relatos que escuche tenían algo que los hacia fascinantes, el de ella, tenía una particularidad que desde que ella me empezó a contar todo, hizo, que a mí me maravillara.
Porque su historia no tenía un tiempo lineal, sino que nunca sabía en qué fecha estaba parada cuando ella relataba su historia. Creo que eso la volvió atrapante. Eso hizo que yo de alguna forma, estuviera continuamente pendiente, de la historia que ella narraba, yo escribía, pero ninguna de las dos sabía donde terminaba.
Por empezar habría que aclara que Elen no es el tipo de chica, con el que yo personalemente me hubiera relacionado por propia elección. Ella no hablaba. Pasaba todas las clases garabateando en un cuaderno, o leyendo distintos libros, nunca el mismo que el día anterior. Ambas estábamos en el mismo curso, pero, por alguna razón que desconozco, nunca antes nos habíamos relacionado. Ese mismo año, mi curso, por el mismo director fue clasificado como uno de los más “alborotados” & fuimos sometidos con todos mis compañeros a un cambio de lugares. Para mi suerte, quede al final del a fila de una de las paredes, pero para mi desgracia en un principio pensé, porque a mí me tenía que tocar sentarme con “ella”, Elén.
Quien, más tarde, sin saberlo, se convertiría en una de las mejores amigas que la vida me podía regalar.
Quien no conocía a Elen, podría decir que era una chica muy cerrada, de una estura media-baja, morocha de ojos oscuros. Una persona que sería mejor perderla que encontrarla.
 Elen, no era lo que se veía a simple vista, en realidad, era una morocha camuflada, realmente era rubia bien rubia & de ojos verdes intensos. Pero, tras sus lentes de contacto marrones oscuros, & la tintura en su pelo, su imagen, quedaba congelada, & entonces, así trasmitía la frialdad que sus ojos lanzaban al comerte con su mirada tan intensa.
Pero no solo en lo que es la imagen que los ojos pueden apreciar, no era lo que se mostraba. Elen represento siempre el mayor enigma que a mí me toco alguna vez enfrentar.
Elen, era una caja cerrada & sin abrir, que yo sin saberlo me involucre demás solo, para poder descifrarla.

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