sábado, 5 de febrero de 2011

Desición

10 meses después.

Hoy hizo un mes de que asesine a mi hijo. No importaba. Odiaba a Marco. Mi hermana, Elén, todavía derramaba un mar de lagrimas cuando pasaba por delante de los marcos que contenían sus fotos. Yo enarcaba una ceja. En este mes, discutí mucho con ella, sobre todo porque no podía creer que con tanta frialdad enfrentara el tema de que Marco había fallecido. Después decidió obligarme a ir al psicólogo, porque creía que estaba trastornada porque el había fallecido.
La verdad, era que no. No estaba trastornada. No me importaba. Pude salir a bailar otra vez. Max volvió a salir conmigo. Estaba todo en su orden nuevamente. Nadie podía decirme nada. Elén, aparte se había vuelto mucho más permisiva, porque según ella, era la mejor forma de superar penas. Así que yo tenía la posibilidad de salir todas las noches, de volver a casa cuando quiera, hacer lo que quiera.
Joaquín, vivia en mi casa prácticamente. Siempre odie a ese novio de mi hermana. Porque si simplemente. Odiaba que quisiera ser comprensivo conmigo por lo que paso. Lo odiaba, porque cada vez que hablaba con él recordaba la horrible imagen que de mi mente quería borrar. La última sonrisa de marco, su risa & esos ojos enormes con los que me miro su cadáver inmóvil después de haberle arrebatado la vida.
Cuando llegue después de haber ido a la casa de Max, mi hermana se había quedado dormida, & Joaquín todavía estaba en casa. Me empezó a hablar como de costumbre. Evite hablarle como siempre. Trataba de no mirarlo.
Solo un instante en el cual mis ojos escaparon a su rostro, basto para que la culpa inundara mi cuerpo, ¿Cómo pude? ¿Cómo es que fui capaz de asesinarlo? ¿Cómo? ¿Por qué, si era la criatura más hermosa sobre la faz de la tierra?
Sentí como mi corazón se rompía en mil pedazos. Mi alma escapaba de mi cuerpo. Yo no podría vivir así.

Dos días más tarde

Volví del trabajo, un poco más tarde de lo habitual. Le avise a Brenda que no llegaría para el almuerzo, así podría comenzar sin mi & después podría comenzar con sus tareas de la tarde.

Al llegar a casa, encontré todo oscuro. Supuse que habría ido a algún lado. Ahora hacia falta encontrar la nota que dijera donde estaba, lo cual siempre es un problema. Brenda deja las notas de a donde fue en los lugares más descabellados. Tanto que puede tomarte horas encontrar donde fue la dejo.
Primero almorcé porque no tenía ganas de buscar su aviso & aparte tenia un hambre voraz que sería capaz de masticarme una mesa. Cuando termine puse acalentar el agua para un café. Busuqe por toda la casa . No encontré la nota.
La llame. Su teléfono sonó en su piesa..
_Claro, como no se me ocurrió, pudo dejarla en su habitación- Pensé.
Abrí la puerta, encendí la luz.
Quede perpleja ante la imagen. No sabia si gritar, llorar, o que hacer . Me quede petrificada.

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