Relato nocturno

Ya esta amaneciendo una vez más la ciudad autónoma de buenos aires. Yo estoy muy lejos de ahí, de todas formas, veo el mismo sol que ellos. O no estoy tan lejos. Si me preguntan, yo prefiero esta ciudad chiquita & linda, que una enorme cuidad repleta de gente. De todas formas eso es personal.

Sinceramente, odio dormir de noche, la prefiero incondicionalmente, prefiero el día para dormir, así cuando despierte, estaré más cerca de la noche. El día tiene sus cosas, todo parece más “lindo” de día, pero de noche, todo se transforma. Los lugares, las ciudades, las personas. Gracias a ella, tenemos los escenarios más románticos, aterradores, traumantes, comicos & demás. La noche, da lugar a muchas más cosas.. Pero, si otra vez es subjetivo, como vivir en una ciudad chica, cerca de la capital, que a gusto personal es mil veces más linda mi pequeña ciudad. Que en primavera, se pintan los cuadros más lindos en sus calles, & las noches del joven verano, el cielo, se escapa de alguna pintura de un conocido pintor del siglo pasado. En invierno, los arboles completamente desnudos pueden hacerte estremecer, por su apariencia, & en otoño apreciar su característica belleza.
Yo vivo, si, ahí, en esa ciudad que es linda & chiquita, que toda estación & tiempo del año tiene una característica distinta, esa que muchos decimos que parece una “ciudad de playa sin mar”, pero yo vivo de noche. Si, soy más o menos una hermitanea. O no.
Vivir de noche, o no tanto, suelo apreciar la tarde también, me llevo a observar muchas cosas que muchos no. La gente que vive de día, camina camina & nada admira. En cambio, yo me pongo a mirar el cambio de las cosas con la presencia o usencia de la luz. Increible, & para muchos sonara aburrido. Pero no importa. Vivir de noche, tiene sus cosas. Vivir de día también, pero debe tener las mismas que vivir en capital.
De noche, los libros se tornan más entretenidos, & los de terror, introducen el miedo en la habitación & dan ganas de salir corriendo!. Las novelas romanticas-dramaticas, llevan a que la escena se reprodusca en la misma habitación & uno ser testigo de la imagen. Parece increíble, a fin de cuentas eso es lo que hace la imaginación, ¿no?, nos lleva millones de quilómetros lejos de donde estamos ahora mismo, sin movernos, vivimos agrandes aventuras en las que podemos o no triunfar & al segundo estamos de vuelta en casa.
A mi, cuando la luna ya esta bien arriba del cielo & las estrellas cada una en su lugar, me gusta sentarme a mirarla. Nada más que eso. Las ciudades grandes no me gustan por eso mismo. El aire no tiene olor a aire, las estrellas no se ven & la luna huye muy lejos porque no puede presentarse a que locos enamorados de ella la admiren. O será que no la pueden admirar, porque en las grandes ciudades, todos corren de aca para alla, escapando del tiempo o tratando de atraparlo.
Entonces, aca estoy yo. Viendola marcharse a mi querida luna, con su elenco infaltable de actores incontables, su escenografía perfecta, una noche clara, & bailarinas imparables, que rondan las calles de la misma noche. Estoy yo, mirando su baile, en una ciudad chica, donde el aire tiene olor a aire, dodne la luna puede posarse tranquila, donde nadie tapa a las estrellas, & donde todos descansan sin descansar, & todos miran sin mirar. Porque los días corren & niguno aprecia, lo que a su alrededor, sucede.